UN ROMANO EN APUROS
En la antigua Roma había una familia que constaba de 2 niños, el padre y la madre. Ésta familia era medio rica por así decirlo ya que estos tiempos que pasaban con que tuvieran comida era suficiente para considerarse ricos.Pero un día, la suerte de estas personas cambió para siempre. Ese día la mama se llevo a uno de los niños de compras igual que siempre, se llevaba a uno porque con los dos no podía, sino que tenía que venir el padre para estar con ellos, pero él tenía que irse a trabajar y el mayor se quedaba solo en la casa.Entonces la madre se fue y el padre también, en ese tiempo, en que el niño se quedó solo en su casa entraron cuatro hombres y empezaron a coger todo lo que veían con valor. Y se encontraron con el niño solo en la casa, decidieron llevárselo, ya que había visto todo. Pero el niño antes de que se lo llevaran, les escribió una nota a sus padres, el niño era muy listo la escribió para que su padre pudiera saber cómo eran los hombres que se lo habían llevado. A las 2 horas la madre volvió a la casa y pensando que su hijo estaba arriba continuó con sus tareas. A la tarde llegó el padre y le preguntó a la madre donde se encontraba su hijo, su esposa le contestó que estaba arriba. El padre subió las escaleras y golpeó en la puerta del niño, al ver que no contestaba nadie abrió y vio que no estaba. Bajó las escaleras corriendo y con la nota que le había escrito su hijo. La madre se desesperó sin saber lo que estaba pasando, se arrodilló al lado de él y al rato se levantó y subió las escaleras lo más rápido que pudo y al encontrar la habitación vacía se derrumbó y empezó a llorar. Ya pasaron 10 días de la desaparición del niño y el padre seguía roto y tirado, no fue a trabajar durante estos días. Ya pasado medio mes el padre volvió a leer la nota y decidió hacer un pequeño viaje a la ciudad, para ver si alguien conocía a alguna persona con esta descripción. Aunque 1º empezó a buscar el por las calles a alguien con esa descripción, pero se dio cuenta de que era una pérdida de tiempo buscarlo el solo, necesitaba a alguien que lo ayudara, alguien con poder sobre los demás que pudiera conocer a mucha gente y esa persona era el gobernador. El hombre pidió una cita con el gobernador y se la dieron pero para dentro de 4 meses. Así que este valiente padre ideó un plan para poder hablar con el. Pensó que una noche subiría con la ayuda de una cuerda hasta el balcón del gobernador esa era la única forma de poder hablar con él. Un día tuvo los fuerzas suficiente y lo intento. Llegó hasta el balcón y vio al gobernador. Al principio el gobernador se asustó de ver a alguien que no conocía y estuvo a punto de llamar a los guardas. Pero lo convenció de que le diera solamente 2 minutos y si pasaban los 2 minutos y no lo había convencido se iría. El gobernador le dijo que se lo contara. El hombre le empezó a decir lo que le había pasado con su hijo, le mostró la nota que le había dejado y le preguntó si le podía ayudar a buscarlo. El gobernador después de pensarlo le dijo que sí que lo iba ayudar. Le comentó que mañana se acercara, que empezarían a buscarlo. Ya pasado el día el padre nervioso e ilusionado de poder contar con la ayuda del gobernador se preparó para el día siguiente. Por la mañana se levantó, desayunó y se fue directamente a verlo. Este le dijo que lo esperase en su despacho. Le hizo caso y lo espero donde le dijo, el gobernador al momento entró y le comentó de que estuvo averiguando y le dio una lista de nombres. Eso era lo único que podía decir y ayudar. El hombre se lo agradeció y le dijo que lo tendría informado. Al día siguiente se puso en marcha y empezó a ir a todos los lugares en los que anotó el gobernador. Al principio no tuvo nada de suerte pero cada vez le quedaban menos en la lista, aunque el seguía diciendo que iba a ser uno de los que quedaban. Un día que estaba yendo para uno de los últimos lugares que le quedaban se cruzó con un hombre que tenía el mismo aspecto que la descripción de su hijo. Lo siguió y se dio cuenta de que entraba a un cobertizo, lo siguió escuchó la voz de un niño y le recordó a la de su hijo. Se escondió entre los árboles que había ahí, por la noche hubo un momento en el que no había nadie, el secuestrador había salido un momento. Y aprovechó para cogerlo y llevárselo a casa. Bueno pero de vuelta se acercó a hablar con el gobernador y comentarle que lo había encontrado.
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